WLwas razones aducidas por el presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Francisco José Hernando , para no comparecer ante el Congreso de los Diputados carecen de base constitucional y son un atropello democrático. Ni el CGPJ es por si solo uno de los tres poderes del Estado, como dice él, sino un órgano político-administrativo que vela por la independencia judicial, ni el Congreso carece de derecho a citarle. Al contrario, la Constitución consagra la colaboración entre los poderes y, para las situaciones de conflicto, da primacía a la soberanía popular que encarna el Legislativo.

Llueve sobre mojado. La mayoría conservadora del CGPJ no ahorra esfuerzos para convertir a este consejo en una tercera cámara que, al servicio del PP, lamine los proyectos del Gobierno de Zapatero . Basta recordar los informes que nadie pidió, y cuya elaboración no es competencia suya, contrarios a la Constitución Europea, los matrimonios gays y la ley de violencia doméstica, o el que declaró inconstitucional el proyecto de Estatut. Pero, con su incomparecencia, Hernando ha ido más allá. Desatiende una obligación democrática y merece una reprobación política del Congreso, ya que la ley no la prevé de otro tipo.