Nueve años sin subir a las tablas de un teatro no han sido demasiados para Francisco Magariño (Cáceres, 1950). Uno se lo puede encontrar en el centro de la capital cacereña, próximo a su lugar de trabajo (la Subdelegación del Gobierno) o en los agostos del Festival de Alcántara, que dirige desde 1992, mirando desde el patio de butacas a los actores. Algo que es él aunque no haya ejercido ese tiempo, que ahora le recompensa con el premio Max concedido a El búfalo americano , la obra que protagoniza junto a José Vicente Moirón y Juan Antonio Lumbreras .

"La gente me ha arropado y me gustaba el proyecto, el texto y el autor" , dijo para explicar su regreso a los escenarios. Había detrás, en esos años de baldío escénico, cierta amargura. "Me hubiera gustado vivir del teatro y desarrollar más mis capacidades actorales" , declaró en una entrevista con este periódico.

La vida personal, la familia, los amigos cumplieron esa cuota de felicidad imprescindible para sostenerse. Desde sus tiempos de estudiante en Madrid, la fundación del Teatro Estable de Cáceres a finales de los años 80 hasta esta recompensa, el actor no ha abandonado, sin embargo, el teatro. Tal vez ahora, tenga ese golpe de suerte y otros telones se le abran al paso.

L. BARRERA