Si ante los incidentes en la frontera de Melilla el Gobierno español se está refugiando en un silencio cómplice, cuando ya tenían que haber hecho acto de presencia Zapatero, Rubalcaba o Bibiana Aído, --sí, la ministra de la Igualdad-- ya que el trato vejatorio a la que están siendo objetos las mujeres policías, no debería consentirlo su ministerio, tenía que haberse levantado de la tumbona y salir rápidamente a solucionarlo.

Si yo voy por la calle, se produce un incendio, al mismo tiempo pasa una unidad del cuerpo de bomberos que pasa de largo, y yo aunque no soy bombero, pero ante la irresponsabilidad de los que tenían que hacerlo, aunque sea a cubos de agua intento apagarlo, qué ocurre, ¿Que estoy provocando a los bomberos que no han actuado como debieran? ¿Ustedes qué creen? Pues eso es lo que está intentando hacer el Gobierno de España, esperar que el fuego se apague solo, cosa que es imposible.

Y, hoy el ministro de Fomento, el alter ego del inquilino de la Moncloa aparece muy solemnemente diciendo que en su opinión, el que Aznar haya viajado a Melilla "es una muestra más de deslealtad al Gobierno de España", añadiendo posteriormente que: "el expresidente del Gobierno nunca visitó Melilla cuando fue presidente del Gobierno y lo hace ahora cuando su presencia no ayuda".

Lamento tener que decirle al señor Blanco, que miente una vez más, porque Aznar sí acudió como presidente del Gobierno a la ciudad autónoma de Melilla y lo hizo en dos ocasiones: en el año 2000 y en 2004.

¿De qué deslealtad habla don José Blanco? Ya no recuerda cuando un jefe de la oposición viajó, no a Ceuta ni a Melilla, sino al país que nos tocaba las narices, --o sea, el mismo que hoy-- y se sacó unas fotografías con el mapa de España al fondo, mapa que en su mayor parte ponía Marruecos. Ese era Zapatero. Todos lo recordamos. ¿A usted se le ha olvidado? Por, eso yo se lo recuerdo.

Rita Villena **

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