Ahora que los fuegos ya están casi extinguidos, sería positivo que se reflexionase acerca de las medidas que deberían adoptarse para que catástrofes de tal calibre dejen de producirse año tras año.

En su visita a las islas incendiadas, el presidente Zapatero anunció ayudas para todos los afectados. Es justo que se trate de resarcir a los damnificados por los incendios, pero cabría preguntarse si con ello se va a evitar que, en sucesivos veranos, tengamos que volver a contemplar un panorama tan desolador, o sufrir pérdidas tan cuantiosas en lo material e irremplazables, en multitud de ocasiones, en lo sentimental.

Más vale prevenir que curar, y más aún cuando se sabe que la cura, por buena que sea, no conseguirá que la herida sane por completo. Por eso, a este respecto, es necesario que se adopten medidas urgentes para prevenir futuros incendios, porque si estos se evitan --aunque parezca una obviedad-- no hay que apagarlos, porque el fuego se apaga antes de que prenda.

En este sentido, el PP ha presentado un programa de choque de acciones preventivas contra los incendios, que el presidente del Gobierno se ha apresurado a descalificar, sin siquiera conocer su contenido. Si tiene algo mejor debería presentarlo a la ciudadanía, si no es así debería aceptar la propuesta de los populares, aunque me temo que, al final, no hará ni lo uno, ni lo otro, por lo que, probablemente, el verano que viene, por estas mismas fechas, volveremos a estar en las mismas: con los bosques ardiendo y los gobernantes anunciando compensaciones.

Antonio Galván González **

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