Se alza el telón. La función ya empezó. El primer número lo protagoniza Rosa Regàs que ha tomado el portante, efecto de un empujoncito cariñoso del nuevo ministro de Cultura, César Antonio Molina.

Han sido muchos años de ineptitud, de absurdos, Rosa Regás ha campado a sus anchas diciendo tonterías, una intelectual mediocre, cegada en el sectarismo, solo ha producido rencillas, problemas, ¿estará doctorada en alguna especialidad? Me pregunto.

Porque fue ZP quien puso este adorno en las estanterías de la Biblioteca Nacional, una insigne institución creada para albergar en su interior libros y pergaminos, cuidarlos y protegerlos de la suciedad, en una palabra conservarlos en óptimas condiciones para uso y provecho de estudiosos. No para exhibir piezas de escaso valor.

Roban dos mapamundis de la Cartographia de Ptolomeo y espera unos días sin decir ni pío , cree que ha sido un descuido y el despistado que se lo apañó, lo devuelva a su sitio pronto, al día siguiente por la mañana temprano, y si hay niebla, mejor, así puede pasar desapercibido.

Cuánta irresponsabilidad, con resultados cada vez más graves y más difícil de corregir. Algunas deformaciones no tienen solución, no hay terapia que lo arregle.

Esto sucede porque al olor de la carne asada todos acuden rápidos hasta localizar la barbacoa, nadie quiere perderse su parte y acuden provistos de las herramientas necesarias.

Me olvidaba, ésta es también ocasión, aprovechando la ley de paridad, a doña Rosa puede acompañarle el varón de turno.

Francisco Parra Gómez **

Villanueva del Fresno