XDxías pasados nuestro presidente autonómico propició el inicio de un debate --que debe ser serio y no sólo de cara a la galería y menos como argumento político-- tras unas manifestaciones hechas con motivo de su intervención en las XVIII Jornadas Técnicas de Acorex. Abogaba el señor Ibarra por una posible fusión de hecho entre las cajas de ahorro y las rurales. Uno se pregunta qué cómo se come eso técnica y operativamente hablando. Es evidente, y en esto sí se puede estar de acuerdo con nuestro presidente, que algo habrá que hacer para no estar al socaire de lo que viene ocurriendo en el mundo globalizado .

Pero seamos consecuentes y serios --hay mucho en juego-- en cuanto a un supuesto tratamiento para llegar a una fusión técnicamente viable, con miras de futuro y donde se aúnen nuestras entidades financieras para hacer cara a esa cada vez más grande y devastadora invasión de entidades foráneas que llevamos sufriendo. O nos espabilamos o camarón que se duerme... , ya se sabe.

Un argumento, que por supuesto no comparto, de nuestro presidente es que dice que "no hay nadie que se atreva a hacer una unificación por muchos aspectos", y destaca "la batalla campal" que existiría para fijar la sede de una supuesta futura entidad resultante de una fusión. ¿Sólo es ese aspecto el mayor problema, señor presidente? ¿A estas alturas, y dentro de ese mundo globalizado al que alude, todavía aquí, en esta sufrida tierra, nos podemos seguir permitiendo el lujo de entrar en guerras de arcaicos localismos y ridículos provincialismos? Seamos serios. Históricamente los extremeños siempre hemos andado bastante desunidos; pero los tiempos que corren no son precisamente de desunión. ¿No serán otros los problemas además del de la batalla campal por aquello de la ubicación de la sede...? ¿No será, pregunto, que lo difícil sería poner de acuerdo a los varios consejos de administración de estas entidades si tienen que reducir cargos, poderes, algunos que otros privilegios , etcétera.

Lo de la fusión de hecho , permítame que le diga con todos mis respetos, señor Ibarra, que es una solemne utopía sin bases ni criterios puramente empresariales; porque de empresas en definitiva se trata y sus retos prioritarios, entre otros, son los de hacerse lo más fuertes posible y asumir un irrenunciable espíritu de competitividad ante lo que nos viene de fuera. Competitividad que exige un mundo, el financiero, cambiante, innovador, profesional, tecnológicamente en vanguardia, cada día más globalizado y en el cual los errores no están permitidos o éstos se pagan muy caros. Precisamente el presidente de Caja Extremadura, entidad líder en nuestra región, ha manifestado que una fusión de hecho tiene más dificultades que una de derecho .

No andemos --¡basta ya!-- con demagogia verbenera, ni con paños calientes ni con posturas ambiguas y cojamos, si hay que hacerlo, al toro por los cuernos... Aunque claro, luego y por otro lado, están las incongruencias y las sinrazones: ¿No es cierto, señor Ibarra, que las más de 40.000 nóminas de funcionarios y personal laboral de la Junta de Extremadura, digo de la Junta de Extremadura, las gestiona el BBVA? ¿Así es como se quiere vender lo de hacer región? Más coherencia y sentido común, señor presidente.

Lo de una hipotética fusión entre las cajas de ahorro de nuestra comunidad es algo que está ahí desde hace muchos años. Cuando se fusionaron Caja Cáceres y Caja Plasencia se intentó hacerla a tres bandas con Caja Badajoz. Aquella idea o proyecto, que hubiera originado entonces una gran caja extremeña, se fue al traste, ¿también fue fundamentalmente por el tema de la sede? Un poquito de por favor, digo de seriedad, por favor.