El otro día asistí, en un abarrotado Ateneo de Cáceres, a una conferencia de Joaquín Almunia sobre el futuro de Europa. Repasemos algunas de las reflexiones más interesantes.

Resulta fundamental para conocer dónde vamos, saber el origen de la construcción Europea. Nuestra historia. La situación complicada de la década de los 60, y, posteriormente, la crisis del petróleo a comienzos de los 70. Los albores de la democracia en España y su inclusión en las instituciones europeas el 1 de enero de 1986.

El paso del Tratado de Roma y el Mercado Común hacia lo que hoy conocemos como Unión Europea.

Nadie duda de lo conseguido. Nadie duda también de que se puede echar a perder en la coyuntura actual. Comenzando por la crisis de confianza que nos ha proporcionado Inglaterra con el Brexit, pasamos a responder a la pregunta sobre ¿qué hace Europa para corregir las desigualdades?.

No hay respuesta clara. Nos encontramos ante países que no respetan los derechos y libertades conforme a los criterios que se habían establecido en su momento para ser miembros de la Unión Europea.

Otro asunto capital, la crisis de los refugiados. Es un tema fundamental de valores democráticos que tampoco estamos afrontando adecuadamente. Necesitamos, sobre todo dos cuestiones elementales de los poderes públicos: que nos protejan (de la inseguridad, del terrorismo...) y que se creen suficientes oportunidades (para los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes...).

Europa no es la causa de los problemas actuales. Pero muchas de las soluciones dependen de las decisiones que tomen los jefes de Estado y de Gobierno. Hay que avanzar en el modelo social. Por ejemplo, tomando como referencia el modelo de estado de bienestar de los países escandinavos. Del mismo modo se tienen que utilizar los canales de solidaridad que emplean los mecanismos para propiciar las convergencias. No podemos compartir sólo algunas cosas y partirnos la cabeza con otras.

Si el peso de Europa en el mundo está disminuyendo. Si se precisa tener seguridad interior y exterior. Si tanto el Brexit como el futuro del papel de Alemania es determinante. Entonces, tendremos que ser conscientes de que es importante que los grandes países que posibilitaron que Europa funcionara, el eje franco-alemán, tienen que volver a estar en la vanguardia.

Y así consumimos una amena tarde de primavera. Escuchando a un experto hablar sobre Europa. Es decir, hablar sobre nosotros.