Richard Perle, el príncipe de las tinieblas del equipo de asesores de Bush, echaba paletadas de tierra ayer en El País sobre las Naciones Unidas. Perle, matiza, no considera que la ONU vaya a desaparecer: "Las partes dedicadas a buenas obras (por ejemplo, las misiones de paz de bajo riesgo, o aquellas que luchan contra el sida o la malaria, o que protegen a los niños) se mantendrán. La imponente jaula de grillos situada en el East River neoyorquino seguirá parloteando". Según Perle, "ha muerto (...) la fantasía mantenida durante décadas de que la ONU era la piedra angular del orden mundial".

El Consejo de Seguridad pasa a la historia por su "fracaso crónico". Y el futuro es éste: "No derrotaremos y ni siquiera contendremos al terrorismo fanático a no ser que podamos llevar la guerra a los territorios en los que se inicia. Esto a veces requerirá el uso de la fuerza contra estados que albergan a terroristas, como hicimos cuando destruimos el régimen talibán en Afganistán. Los más peligrosos de estos estados son aquellos que poseen armas de destrucción masiva, armas químicas, biológicos y nucleares (...) Irak era uno de esos estados, pero hay otros".

Mientras, otros siguen con sus guerras. Según La Razón, la ministra Pilar del Castillo "cede ante los nacionalistas" porque sólo hará aumentar en Cataluña de dos a cuatro las horas de clase de castellano. "Deja a los alumnos (...) en inferioridad de condiciones con el resto de estudiantes españoles, ya que su conocimiento de la lengua española será menor al disponer de menos tiempo de estudio".