Si nos atenemos a los recelos que suscitan ciertos posicionamientos políticos, llegaremos a la conclusión de que algunos partidos están dominados por una injustificada falta de confianza en su propio liderazgo, algo que les lleva a tener que soportar una manía persecutoria o una paranoia conspirativa, manifestada en el rechazo hacia todo aquello que pretende levantarse fuera de los límites del control institucional y que pueda constituir una potencial amenaza, decantándose la cúpula de los partidos por quienes manifiestan una inquebrantable actitud de sumiso acatamiento, en detrimento de aquellos que demuestran tener criterio propio. Por eso cuando uno de estos últimos llama a sus puertas, inmediatamente desde dentro, se trata de cortarle el paso, lo que nos trae a la memoria la sanguinaria leyenda de aquel rey bíblico que por temor a que se cumpliera una profecía, mandó ajusticiar a todos los inocentes nacidos bajo el signo de ser futuros candidatos a arrebatarle el trono.

En política, como en otras facetas de la vida, el acierto reside en saber estar en el lugar y en momento oportuno, para ello conviene administrar de forma cautelosa los modos y los tiempos, ya que tan imprudente es el que muestra la jugada en un alarde de precipitada impaciencia, como el que permanece sumido en una aureola de aparente indecisión, corriendo el riesgo de actuar a destiempo o de quedarse fuera de juego. Porque algunos tipos de resistencias por parte de la maquinaria de determinados partidos, evidencian un cierto grado de cerrazón, que anticipa una larvada crisis de identidad.

XEL ACTUALx alcalde de Madrid ha manifestado en repetidas ocasiones su disponibilidad a presentarse como candidato a diputado para las próximas elecciones generales, con el fin de apoyar la candidatura de Mariano Rajoy , y también para defender, desde su futura posición en el parlamento, los intereses de la capital. Este anuncio que debiera ser un motivo de satisfacción para los dirigentes del PP, ha servido, si nos atenemos a las evasivas de unos y a los reproches de otros, para levantar suspicacias e irritación, presentando ante la opinión pública más el perfil de un contrincante que se atreve al reto, que el de un socio colaborador. No existe incompatibilidad jurídica entre ambos cargos, de hecho tanto Tierno Galván como Juan Barranco desempeñaron con habitual normalidad ambas funciones.

A Rajoy ante la envergadura de lo que se le avecina, le perjudicaría poco este tipo de incorporación, ya que de ganar las próximas elecciones generales las aguas volverían a su antiguo cauce, y de perderlas serán otros los problemas a los que deba enfrentarse, pues es improbable que el partido le conceda una tercera oportunidad. La incorporación de Gallardón al parlamento y el asumir éste responsabilidades institucionales, a quienes realmente perjudica es al resto de los aspirantes a la sucesión del actual líder, ya que llegado el momento se encontrarían con un rival de constatada solvencia.

En la situación de empate técnico que últimamente dibujan los sondeos electorales, cualquier impulso debe ser bien recibido, dejando a un lado los fantasmas, las luchas fratricidas y las divergencias internas, ya que incorporaciones como la de Gallardón, la de Rodrigo Rato, Marcelino Oreja o la de otros alcaldes de poblaciones importantes, pueden servir para dar una imagen más moderna y renovada del partido, aquella que no llegó a producirse en el congreso celebrado tras las últimas generales. La incorporación de Gallardón además de suponer una inyección de moral y un motivo de esperanza, significaría también una postulación ideológica hacia el espacio centrista, que se ha ido quedando sin referentes en este partido tras la defenestración de Piqué y la renuncia de Matas .

Las urgencias del Gallardón parlamentario obedecen a un claro y legítimo deseo de postularse como candidato para el relevo, en el caso de que Rajoy no alcance la presidencia del Gobierno, entonces el actual alcalde de Madrid sería uno de los pilares más firmes sobre los que apuntalar el futuro del partido, no sólo por su demostrado carisma y su brillante trayectoria, sino por encarnar un perfil moderado, pragmático y renovador; pero sin escaño en el Congreso sus posibilidades serían casi nulas, ya que no se concibe la figura de un jefe de la oposición alejado y ajeno a la contienda y a la brega parlamentaria.

Tanto Gallardón como la cúpula del partido saben esto, de ahí ese tira y afloja en torno a la posibilidad de su incorporación a las listas, pero lo cierto es que las aspiraciones del PP pasan ineludiblemente por conformar un equipo de triunfadores, de gentes que sumen y que ofrezcan a la sociedad ilusión y confianza, conformando un partido diverso en matices, lejos de esos cotos privados, monolíticos e inexpugnables, tras los que algunos dirigentes se empeñan en seguir parapetados, en defensa de esas viejas posiciones de privilegio y de mediocridad.

*Profesor