TEtl Gobierno acaba de conceder a Gibraltar el estatus de Estado, con capacidad de negociar y vetar su papel futuro. Y eso equivale a reconocer por parte española que ha dejado de ser una colonia británica e incluso a vulnerar las resoluciones de la ONU que proclaman que la soberanía de esta colonia nos debería ser devuelta. Pero todo esto no le preocupa a Zapatero . No fueron cuatro locos, ni cinco crispados de la oposición, ni un puñado de exaltados ultranacionalistas quienes se echaron las manos a la cabeza antesdeayer, al conocer por un comunicado de Exteriores que el Gobierno ha pasado por el aro al que se negaron a entrar todos sus precursores y va a negociar el futuro de Gibraltar en un foro en el que se sentarán españoles, británicos y gibraltareños.

Zapatero culpa al PP de desleal por poner el grito en el cielo ante el hecho de que se haya renunciado a reclamar la soberanía de Gibraltar y nos hayamos enterado de ello a través de un comunicado ministerial. Y se ha quedado tan satisfecho. Quizás ignora el descrédito internacional en el que está instalando a nuestro país. Es probable que le dé lo mismo que el precedente ponga en peligro la futura españolidad de Ceuta y Melilla. Pero teniendo en cuenta que ha reconocido en público que no ve mucha diferencia entre el concepto de nación y el de nacionalidad, cualquier explicación es posible. Pero, a pesar de Zapatero, Gibraltar sí importa.

*Periodista