Dramaturgo

Anda Justo Vila explicando sus novelas por Mérida y anda Pedro Acedo explicando en los televisores de Localia (que son distintos a los demás) cómo salían los leones por los túneles del anfiteatro, y anda Badajoz metido en fiestas sanjuaneras que no necesitan explicación. ¿Badajoz en fiestas y no tiene quien la cante? ¿Y no hay nadie que la explique? Pues se equivocan los que así piensen, yerran los que siguen erre que erre con la desconsideración, madrugan poco los que la desdeñan, y fallan en los pronósticos quienes, agoreros, no atisban ni un minuto de gloria pasado o futuro para la ciudad festera.

Es Badajoz ciudad gitana y mora y no lo es hoy que San Juan la ilumina con pólvora de sultanato y bombillas de Endesa. Es siempre gitana porque es cobriza, libre y tiene arte, y es mora porque tiene Alcazaba, Almossassa y tuvo detractores como el duque de Rivas: "¡Infeliz Badajoz! ¡Oh sol, detente! Niega hoy tu luz al turbio Guadiana, y en nubes de oro y grana quédate reclinado en el Oriente". Nos negaron hasta la luz del sol (podían haber acertado un poco en las siestas terribles del estío pacense) y todo por ser gitana y mora. Qué fácil es para las ciudades con santos y mártires entrar en las rutas turísticas de American Express. Hasta una encuesta rueda por Badajoz preguntándonos qué hacer para hacernos atractivos. Yo contesto con versos del duque de Rivas que me pasa Emilio Vázquez y pido que los mismos figuren en los folletos de promoción de la ciudad y sus fiestas: "¡Cuánto delicado talle que al laurel gallardo imita cuando el céfiro halagüeño en el jardín lo acaricia, arrebata corazones, y voluntades cautiva! ¡Qué atmósfera deliciosa en Badajoz se respira!".