WAwl filo de la medianoche del jueves el Tribunal Constitucional decidió negar el amparo a la agrupación de electores Aukera Guztiak. La justicia española puso así freno definitivo a una candidatura que desde el primer momento había levantado sospechas de ser una mera continuadora de la ilegalizada Batasuna. Sin embargo, 12 horas después otra candidatura, la del hasta ahora prácticamente desconocido Partido Comunista de las Tierras Vascas, que había superado los filtros legales sin ser impugnada, se ofreció públicamente para representar ante los electores las ideas de la izquierda aberzale. Ha sido un gran golpe de efecto.

Parece evidente que Batasuna ha logrado encontrar una fórmula para burlar la ley de partidos y estar indirectamente presente en los comicios vascos. Esta maniobra, dada la tradicional fidelidad del voto aberzale, tendrá previsiblemente consecuencias electorales. Sobre todo, para la coalición que lidera el lendakari Ibarretxe, que perseguía hacerse con el electorado nacionalista más radical, huérfano por la ausencia de Batasuna y Aukera Guztiak. Esta pirueta puede costarle a la coalición PNV-EA la mayoría absoluta que los sondeos le atribuían como probable.