Durante 12 cursos he sido maestra del CP El Vetón. Siempre intenté realizar bien mi trabajo y, en contrapartida, me he sentido respetada y valorada por mis compañeros, mis alumnos y sus familias. Pero en los últimos días de junio, días de despedida porque dejo el colegio, también me sentí querida. Pensaba irme de puntillas, sin llamar la atención, pero sus muestras de cariño no lo han hecho posible. No soy muy expresiva y además los nervios y la emoción han hecho que les haya agradecido torpemente todo el afecto que me han manifestado. Me gustaría que esta carta sirviese para expresar mi gratitud. Que sepan mis alumnos de muchos años y sus padres, que nunca olvidaré la despedida del último día y que compensó con creces mi trabajo y dedicación. C.P.R. Plasencia