Educada en una familia religiosa, me quedó la costumbre de dar gracias, a Dios o a la vida, que me ha dado tanto, y continúo haciéndolo. Y aunque cualquier mente avisada, como usted, querido lector, que esto lee, puede sentirse tentada, no ahora, porque ahora no es peor que nunca, sino en cualquier instante que le toque de la historia con sus momentos espeluznantes y sus momentos cómicos, por la desesperanza, el fatalismo, el miedo o el nihilismo, añada todos los sentimientos negativos que se le ocurran, y el mal rollo habitual, siguen quedando motivos para agradecer la existencia. Motivos profundos, que no detallaré por rubor, hermosos y salvíficos hasta conseguir de un fogonazo transformar el mundo gris oscuro casi negro en una cosa luminosa, dorada y brillante, de una belleza cegadora.

Pero ahora me voy a referir a otros más triviales. Por ejemplo, pese a los múltiples defectos que no seré quien los niegue hoy, otro día tal vez me atreva, del presidente español, ¡qué gusto da en estos momentos no tener como regidor de la patria a Putin! Y lo mismo pensaría si nuestro primer mandatario fuera cualquier otro, al menos de los conocidos. ¡Qué alivio pensar que no nos gobierna un tipo que no tiene días malos, porque no es mujer! Un tipo con tal cultura y amplitud de miras que discrimina la fisiología humana solo en razón del sexo. El Vladimir de todos los vladimires, más macho que Karamazov padre y que el mismísimo Iván el terrible. Un tiazo que debe de ignorar que tiene cabeza, riñones, rodillas, hasta testículos y muchos otros miembros susceptibles de enfermar. Y doler. El día que lo descubra, tiemblan los cimientos del Kremlin. Porque a él nunca le duele nada. Para el presidente del país con, según su propia cita, las mejores prostitutas, solo cuentan los ovarios. Y como no tiene la regla, pues carece de días malos. ¡Qué gran hombre para regir los destinos de nada!

Así que, junto a la pena enorme por los millones de rusas que le padecen, seguiré dando gracias a Dios o a la vida, que me ha dado tanto. Por no ser rusa.