TMtuchas son las cosas que hacen de este montaje de José Carlos Plaza , el mejor de cuantos se hayan hecho en el teatro Romano de Mérida, junto a la "Lisístrata" de Corencia , inolvidable. Este montaje tiene además algo que sólo emerge de vez en cuando, y es la interpretación del actor argentino universal, Héctor Alterio , que comprendo su inquietud ante el estreno de la pieza, una vez que es el actor el primero en darse cuenta de la magnitud de su trabajo, y sufre lo que no está en los escritos horas y días antes del estreno. Descanse pues el gran actor. A esta gran interpretación se une todo cuanto el director ha puesto también en su camino como esa pantalla gigante que en algunos momentos sigue su interpretación colosal. No la discutan por favor, no seamos garbanceros en tierra de garbanzos. La pantalla donde se espeja Alterio , es genial, y da la medida del sufrimientos de Claudio .

Y dicho ésto, Alonso de Santos , es el único que no está a la altura de las circunstancias con una adaptación, a la que por otra parte ya nos tiene acostumbrados con sus potitos Alonso de Santos , y con esos veinte minutos que nos da de Calígula, que no sabemos si es que se le va el estrón y echa mano de Camus en diversos ratitos para que nos hagamos lenguas de lo que era este enfermo, pero que nada tiene que ver con la obra, a la que quitarle veinte minutos le vendría de perlas. Un lamento. Quizá esta obra anunciara a Hitler , pero no ayuda a la violencia de género, ya que las mujeres están todas en plan criminal como nadie pudiera imaginar, y como se refleja en la frase de la gran Encarna Paso , cuando le dice a su nieto: "cuando nacistes no se por qué no te matamos siendo cojo". Enhorabuena.

*Escritor