Desde estas líneas quiero agradecer la idea que se ha tenido en Cáceres de dotar a la plaza Mayor de unas gradas que permiten a muchas personas mayores ver las distintas procesiones sentadas y de forma cómoda. Es una idea acariciada durante muchos años y que en esta edición se ha podido ya disfrutar. No sé qué coste podrán tener este tipo de asientos, pero lo que me llega a hacer una reflexión; que no siempre las buens ideas tienen que ir acompañadas por grandes desembolsos de dinero. Ante esto, espero que este ejemplo se siga en otras procesiones como es la del Cristo Negro, que, por la gran cantidad de gente que la sigue, a los que tenemos alguna anomalía física nos cuesta mantenernos tanto tiempo de pie. Es cuestión de echarle imaginación. AGUSTINA LOPEZ. Cáceres