La obtención por parte de Cáceres del reciente título de Capital Gastronómica de España ha llegado en un buen momento para la mayor empresa de la capital cacereña: su ciudad monumental, que vive un tiempo en el que las inyecciones económicas aportadas por el Gobierno de Extremadura, el Ayuntamiento de Cáceres y el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica ya han posibilitado el inicio de algunas reformas que permitirán mejorarla y hacerla aún más apetecible desde el punto de vista turístico. Así, por ejemplo, doce años después de su instalación, los bolardos móviles en los accesos a la parte antigua pasarán definitivamente a la historia. La empresa Sice, concesionaria de la conservación y gestión de las instalaciones semafóricas y del sistema de restricción de accesos, cambiará estos pivotes que no han resultado del todo operativos por un nuevo control autónomo de reconocimiento de matrículas a través de cámaras, tal y como recoge el nuevo contrato de Conservación y Gestión Semafórica adjudicado a Sice.

A ello se unen los 630.000 euros para un alumbrado más eficiente, un proyecto presentado la semana pasada por la alcaldesa cacereña Elena Nevado y la vicepresidenta del ejecutivo regional, Cristina Teniente , que permitirá mayor rendimiento energético con un ahorro del 53% en la factura y menor contaminación lumínica. Se trata de un proyecto financiado por el Gobierno de Extremadura y Endesa, en convenio con el ayuntamiento, que ya está aprobado por la Comisión de Seguimiento del Plan Especial de Revitalización del Patrimonio de Cáceres.

Igualmente interesante resulta la inversión de 137.000 euros para la mejora de tres tramos de pavimento de calles de la parte antigua (Obras Pías de Roco y Adarve del Cristo, plaza de Santa María y plaza Mayor). A ello se une la apertura del antiguo oratorio Enfermería San Pedro de Alcántara (XVII) y la Torre de las Cigüeñas (XV), que son dos joyas del patrimonio cacereño que han permanecido ocultas hasta ahora a ciudadanos y turistas. A eso hay que sumar que Cáceres tendrá una oficina de turismo en la antigua sede del Centro de Cultura Virtual, un local municipal situado en la esquina de Santa María con la calle Tiendas.

Todo ello para seguir avanzando en una línea que no puede partirse, que debe servir de guía a la administración para que respalde a una ciudad que tiene en el turismo su principal fuente de ingresos y que ahora, tras su designación como Capital Gastrónomica, se verá impulsada aún más.