Hace años participé en un programa de radio para hablar de los educadores y, al explicar mi punto de vista, hice una clasificación de ellos que abrió un largo debate. La clasificación fue: vocacionales, profesionales y circunstanciales.

Hoy vuelve a surgir en mí este recuerdo reflexionando sobre los políticos. De verdad ¡qué cansados estamos de los políticos! Nunca de la política. La política la hacemos todos y a diario, viviendo en sociedad, con dignidad.

A los que dicen ser políticos los llamo gestores públicos y tienen la obligación de ser honrados, trabajadores, responsables y un largo etcétera; pero el poder y el dinero fácil corrompen con facilidad (llamo dinero fácil al dinero de todos manejado por unos cuantos).

Por eso, grito a los gestores públicos (políticos) y les pido: a los vocacionales: que tenéis que seguir trabajando con honradez y eficacia. Decidiros de una vez a crear un sistema de control preventivo, público y transparente sin importaros que os afecte. A los profesionales les pido también que el tiempo que estéis en la gestión pública, os acerquéis a los vocacionales, apoyando al máximo toda iniciativa positiva y trabajando codo con codo con ellos.

Los circunstanciales, merecen un punto y aparte. A estos les exijo que se marchen enseguida; que no corrompan más. Es canallesco por vuestra parte que se pueda comprobar que nos engañáis y nos robáis sin escrúpulos. ¡Ya está bien! ¡Fuera, fuera y fuera!

Vamos a seguir votando y participando en la sociedad mientras sigamos creyendo en la Democracia. Los vocacionales y profesionales tenéis que decidiros en cambiar las leyes electorales. Deben y tienen que ser listas abiertas de personas. No se pueden hacer listas cerradas y a dedo. Se debe conseguir abrir un proceso de listas abiertas y seleccionar a las personas que se presenten voluntariamente, con títulos académicos o sin ellos, y que pasen por una criba natural de transparencia y eficacia públicamente, para que estén entre los vocacionales y profesionales.

Me gustaría que todo lo expuesto sirva de algo. Lo pide un sencillo pensionista, casado, padre de cuatro hijos y abuelo de dos nietos, que nunca estuvo, está, ni estará afiliado a partido alguno y quiere que salgamos de este desencanto en el que nos tienen metido los políticos .

José A. Moreno Paredes **

Cáceres