Guido Vermeulen (Edam, Holanda, 1965) acabó ayer extenuado el partido de España ante Rumanía. La tensión por la clasificación y el voltaje del partido le dejaron al filo de la lipotimia. Mientras las jugadoras y el resto del cuerpo técnico festejaban en el centro de la pista el pase, él se sentó en un pequeño banco de hierro detrás del banquillo y respiró profundamente mientras llegaban los federativos para darle la enhorabuena. Humilde y precavido, solo hizo hincapié en la alegría de las chicas y en el cometido cumplido. Un técnico de su experiencia, campeón de Europa con Holanda, no podía haberlo hecho mejor.