Periodista

Listo, intuitivo, tozudo, astuto, rápido en el cálculo... Las seis o siete cosas que no se aprenden en las escuelas de negocios y son imprescindibles para triunfar en el mundo empresarial, Lara padre las llevaba en la sangre. Poseía el don de promocionar lo que ponía en el mercado. Además, era tan cordial y convincente que nunca necesitó manuales de buen vendedor...

Con ese perfil, Lara habría triunfado en cualquier cosa. Pero hizo el más difícil todavía. Pese a su limitada formación personal inicial, vendió cantidades industriales de libros en un país perezoso con la lectura. Y se hizo famoso con ello, cuando los editores no suelen serlo. Si los libros fuesen justos, hoy tendrían que despedirle batiendo las páginas en forma de aplauso hacia ese andaluz tan nostre .