Profesor

En su afán de protagonismo, el PP extremeño, una y otra vez, habla y actúa de oído, que para temas sin transcendencia puede valer, pero para cuestiones de región a todos o casi todos nos está pareciendo de una frivolidad política más propia de un partido que, viéndolas perdidas, no les importa quedarse ciego con tal de que el Gobierno extremeño se quede tuerto .

Con esta actitud popular tan singular el PP extremeño se lanza a opinar, como si estuviera jugando a ver quién corre más sobre el trazado del AVE y otros derivados, cuando ya desde Madrid y Mérida las cosas empiezan a estar un poco más claras y en Lisboa se vislumbran idénticas opciones.

En boca del portavoz del Gobierno regional, Manuel Amigo, oímos consejos de prudencia e inteligencia dirigidos al señor Floriano y su partido, virtudes éstas muy difíciles de encontrar en cualquier grupo que esté en la oposición sin un mínimo de visión histórica o política de las cuestiones de Estado. Y todo porque los propios del PP ya se empiezan a empujar entre ellos y comentan que la Junta hace y avanza y aquí, empujones internos aparte, los partidos actúan cual caínes regionales , prefiriendo fastidiar el invento con la torpe estrategia de hablar por hablar, antes de sumar esfuerzos y lograr un objetivo en común tan positivo para Extremadura. La historia da pocas oportunidades como esta del AVE, basta recordar otros tiempos pasados del ferrocarril español y extremeño, para ver con tristeza cómo se escapó la gran oportunidad de salir de la miseria para algunas comarcas extremeñas. En fin, ¡lean señores, lean!

¡País de paisanos tan dañinos para nuestra historia!