TUtn amigo común de Rodrigo Rato y mío, me cuenta que de poco tiempo a esta parte, Rodrigo Rato habla solo. Estás con él hablando de cualquier cosa, y cuando te quieres dar cuenta está de palique con él mismo. Por lo visto se le ha fijado un tic que toda su familia está muy impresionada, porque Rodrigo siempre imponía por su voz de la escuela de Boston, que hasta su abuela lloraba sólo con oírla a lo lejos. ¿Qué va a hacer ahora? ¿A quién le va a enseñar sus gráficos, si Urdaci nunca mejor dicho sólo le quedan unos telediarios, pero de verdad...? Claro que no todos en Génova están tristes. En la planta cuarta se sabe con certeza, que un ordenanza se la tenía jurada. Y es que llegaba y no miraba a nadie. O lo saludabas y pasaba de ti, con orgullosa itinerancia, como le pasó a Montoro con Aznar cuando lo de Gescartera, que saludó a todos menos a él. No es el único que habla solo. Bush, al parecer también tiene una aceleración palabrera, que Condolezza, la chica para todo que tiene con él, al parecer hacen chanzas, quizá befas, de las armas de destrucción masivas y en lugar de jugar a las tinieblas, que jugaba yo con las domésticas de mi tía, pues juegan, a ver si lo adivinan: ¡a encontrarlas...! Todo lo que está sucediendo lo avisé yo. Franco, nada más ver en Ifni la primera bandera verde de la marcha, levantó el campo y todos a casa. Hoy todos los chupatintas de la Cía, están a calzón por la guerra. La ceguera es tremenda.

Si Franco en lugar de levantarse en el 35 hubiera ido al médico a curarse, nos hubiéramos ahorrado los hechos de la Plaza de Toros de Badajoz. Si Aznar hubiera ido a ver a Castilla del Pino, a estas horas Rodrigo Rato no hablaría solo.

*Escritor