Escritor

Hacienda somos todos, y es una frase preciosa sobre todo para los que tienen que apoquinar poco de acuerdo con sus ingresos, y para los que, como yo, la cosa pasa de castaño oscuro cuando se nos pide no sólo ser honestos, sino que nos gastemos una pasta en un buen asesor fiscal. Esto siempre da lugar, que ante el cansancio, después estén los que hacen la declaración a voleo y de acuerdo con el ahorro que hayan logrado juntar hasta llegar el mes de junio. Bueno, pues a mí se me ocurre invertir todo el sistema con una ley según la cual los ciudadanos tengan todo el derecho del mundo a que sus ingresos vengan, o lleguen a nuestros bolsillos, netos. Quiere esto decir que si de mi sueldo me tienen que detraer el 38%, pues que la resultante sea nítidamente tus ingresos, dándote la opción de pedir el sistema actual para los que inviertan en comprar su vivienda, o ponerle una prótesis erectal si ésta fuera contemplada; sencillamente, que si eres ingeniero en finanzas tipo Piqué, que te dejen esa opción. Pero frente a todos éstos, estaríamos los ciudadanos partidarios de no tener que hacer ninguna declaración por renta física.

¿Qué se conseguiría? Por supuesto, que un tanto por ciento de ciudadanos fuéramos más felices con nuestra determinación. La más importante de todas, la de no tener ninguna relación indirecta con los gestores tributarios. Seres cuya determinación sería la de saber que nuestros ingresos están limpios de polvo y paja y no tener que pasar por la tortura de la declaración de junio. Se conseguiría, además, el decrecimiento de los infartos de miocardio, y hasta lograr una vida más placentera. ¿De qué va a servir que te descuenten algo menos a partir de febrero el loco, si lo mismo después piensan de otra manera...?

Por favor, ¡partidos políticos del orbe mundial!, únanse para esta ley que nos haría ciudadanos de un mundo libre de tensiones, sabiendo que somos solidarios a todos los efectos. De qué me sirve que me dejen negociar unos dinerillos si al final no son míos. Por una humanidad, libre de cargas innecesarias, déjenos vivir en paz al menos a unos cuantos que no queremos un dinero que no es nuestro.