Los ciudadanos contribuyentes que vivimos en alguno de los pueblos de la mancomunidad de Sierra de Montánchez llevamos padeciendo unos dos meses la incomodidad que nos supone el trasladarnos a la ciudad de Cáceres, y viceversa, como consecuencia de esas interminables obras que se están realizando sobre el kilómetro 5, de la carretera EX-206 (término municipal de Cáceres). Claro que el problema no es la obra, sino ese desvío provisional por el que tenemos que pasar obligadamente que parece, por su firme, un camino de carruaje, aguantando polvo en tiempo seco, barro cuando llueve, vaivenes por lo irregular del firme que indigna (pobres enfermos cuando son trasladados en ambulancia), además del sufrimiento de los vehículos, que por sus precios sufrimos más que ellos. Pero bueno ¡eso qué puede importarle a la Administración titular de la citada carretera y responsable última de esas obras, si al ser el nivel de renta per cápita de los extremeños el más alto, o uno de los más altos , en España en poco puede afectarnos económicamente si hay que ir al taller con el coche o comprarnos otro nuevo! Siendo lo más lamentable que la Administración titular --que es la Junta de Extremadura-- permita ese irritante desvío por su falta de funcionalidad y seguridad vial, cuando el Reglamento de Carreteras exige textualmente que se establezcan las "medidas para garantizar la fluidez y seguridad de la circulación en el tramo de carretera afectado durante la ejecución de las obras".

Isabel Cerro Flores **

Torremocha