Señora Pilar Roblero, gerente del Area de Salud del hospital San Pedro de Alcántara: Hace cuatro meses que me hicieron en ese hospital un trasplante de cóclea en el oído derecho; después de 30 años de sufrimiento he vuelto a nacer. Durante estos años mis oídos han sido dos manantiales , supurando día y noche. El tormento de los acúfenos no me dejaban vivir, eran un motor en cada oído funcionando las 24 horas del día, sin que nadie ni nada fuese capaz de cortar estos sonidos desesperantes aunque sólo fuese por unas horas. Con el trasplante de cóclea los acúfenos han desaparecido por completo, la supuración también, lo que significa que he vuelto de la tumba del silencio. Para mí esto significa regresar de un mundo a otro. La pérdida de audición, que durante tantos años me ha tenido sumergido en la tumba del silencio, la he recuperado casi al cien por cien .

Tengo 76 años, y con esta operación me han devuelto ustedes a una vida cotidiana y normal.

A cualquiera que tenga los problemas que yo he padecido, tenga 76 años o la edad de Matusalén (969 años), les animo a que pasen por el quirófano.

A usted, señora gerente, la animo a que siga, como lo viene haciendo, a desenterrar a las personas que viven en el mundo del silencio, cualquiera que sea su edad.

Su decisión, a mis 76 años, no ha podido ser más oportuna y eficaz, por lo que la felicito a usted y al equipo de profesionales que me operaron, especialmente a la doctora Lavilla, una profesional que merece ser elevada a los altares .

En Alcollarín, a 6 de diciembre del 2010, Día de la Constitución, cuyo artículo 14, el de que todos los españoles somos iguales, han sabido ustedes aplicar perfectamente.

Antonio A. Rodríguez Santos **

Alcollarín