El pasado sábado me encontré con el ex alcalde Antonio Vélez, con el que, como es habitual, hablé del patrimonio cultural de Mérida. Nos preocupa que esta impresionante potencialidad de la ciudad sea poco tenida en cuenta y vaya deteriorándose y perdiéndose como consecuencia de una inercia urbana negativa.

Me comentaba Vélez de los valores de los sistemas hidráulicos históricos que se sitúan en el arco geográfico noreste-noroeste de la ciudad, aun hoy con vitalidad, y la necesidad de protegerlos ante hipotéticos avances urbanos y el deterioro medioambiental.

No lejos del lugar de nuestra charla, está el Templo de "Diana", del que a unos 15 metros se levanta una nueva edificación, donde antes había una casa a rehabilitar, en cuyo subsuelo aparecieron importantes restos arqueológicos que ahora padecen el peso de una losa de hormigón. No muy lejos de este lugar, se está edificando en pleno foro romano, y algo más abajo, se está excavando un solar donde han aparecido los restos de una "domus" urbana, con su peristilo con pozo con brocal de granito tallado, etc. Sin duda, como viene siendo habitual, todo quedará bajo una losa de hormigón y muchos emeritenses ni se habrán enterado de su existencia (y menos los miles de turistas que nos visitan). Y así se está escribiendo la historia de esta ciudad.

Es este un tema recurrente y así lo he denunciado hasta la saciedad en el Consorcio de la Ciudad Monumental. Esta ciudad necesita algo más de "ir tirando pa´lante" a base de losas de hormigón. Necesita, en primer lugar, toma de conciencia de lo que se tiene y diseñar un plan con gran contenido económico.

Confío en que junto a la recuperación del Cine María Luisa (herida abierta), anunciado por el alcalde Calle, se tomen las medidas para acabar con la hemorragia del patrimonio arqueológico.

Emilio Olivas Salguero **

Mérida