Hace 70 años, en el Ateneo del Madrid republicano, el literato Guillermo de Torre y el torero Ignacio Sánchez Mejías (el de los célebres versos de "a las cinco de la tarde", de Lorca) presentaron una exposición del fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson (Chanteloup, Seine-et-Marne, 22-8-1908), el cual acababa de adquirir su primera Leica, cámara con la que hizo historia. Ahora exhibe nuevamente en España una de las retrospectivas más completas de este fotoperiodista, fundador --junto al inolvidable Robert Capa-- de la agencia cooperativa Magnum Photos.

Miembro de una familia burguesa del textil, HCB estudió dibujo y pintura, pero pronto se pasó a la fotografía e incluso al cine (fue ayudante de Jean Renoir). En sus contactos con el surrealismo le atrajo la rebeldía de André Breton. Combatió en la guerra mundial y estuvo prisionero tres años en un campo de concentración nazi. Viajando por Asia de 1948 a 1950 sintió la fascinación de las diferencias entre culturas. "Mi guía --ha dicho-- no comprendía que yo hiciera fotos a todo lo que veía. No sabía que gracias a la fotografía yo he aprendido a vivir, porque me ha enseñado respeto y tolerancia". HCB llama "momento decisivo" a saber captar la esencia de lo fotografiado. El ha gozado observando y disparando la cámara como el tigre que salta para atrapar su presa.