TAt medida que avanzan las legislaturas, tanto a nivel nacional, como autonómica y local, se diluye el mensaje catastrofista de aquellos que, de buena fe, desalojaron a través de las urnas a los socialistas de los distintos gobiernos y pusieron en un pedestal, como referente de la causa principal, la herencia recibida para tratar de argumentar la ralentización de sus escasas acciones.

XASIx de esta guisa desde el PSOE hemos tenido que pasar el luto de estar callados, casi acomplejados, por nuestra presunta responsabilidad. Y en honor a la verdad, ¡claro que tenemos que ser autocríticos! Muchas cosas se hicieron mal, muy mal. Por eso perdimos las elecciones. Sin embargo, no es menos cierto que con la serenidad que da el paso del tiempo hemos de reconocer los enormes avances que se hicieron en los años en los que las instituciones estuvieron con la izquierda en el poder. Así, a modo de ejemplo, la consolidación de numerosos derechos sociales, el mantenimiento de una educación y sanidad pública dignas, universales y de calidad, la dependencia, la igualdad...

XSOLOx hace falta mirar cómo estamos en cada uno de esos campos y cómo estábamos hace escasos años. No hace falta echar la vista muy atrás. Por esa razón llama mucho la atención cuando algunos que nos tachan de agoreros ante cualquier signo positivo de recuperación, alertan de que el próximo año empezaremos a vislumbrar el comienzo del fin de la crisis, que en el año 2017 posiblemente se cree empleo, que gracias al sacrificio y al esfuerzo seremos capaces...

XPEROx se olvidan de citar que jamás volveremos a los niveles en los que nos dejaron los socialistas. Si en estos poco más de 3 años hemos perdido un índice de 100 con la supuesta recuperación no se retornaría al punto de partida.

XES DECIR,x seremos más pobres, tendremos menos derechos que cuando comenzó el desastre. Y eso tiene un nombre, las políticas de derechas y unos acompañantes, aquellos que no hacen lo posible por remediarlas. Lo que está claro es que la izquierda, representada por el PSOE tiene un programa, tiene ideas, tiene una forma de ver el mundo, tiene mucha gente dispuesta a llevarlas a cabo y el resto están en su derecho ( y obligación) a considerarlas.

XSE PUEDEx mirar para otro lado y esperar o se puede subir al tren de la ayuda a los que lo necesitan. Ahora. En Extremadura la renta básica, la lucha contra el paro, la recuperación económica con costes desiguales, la búsqueda del equilibrio territorial, la reapertura de los PAC, la convocatoria de oposiciones y concursos de traslados en educación, la asistencia a los dependientes en su momento... se han puesto encima de la mesa como propuestas de cambio, ¿ es electoralismo? o es lo que debe ser la política: buscar soluciones a los problemas.