El Estado de las autonomías no quedará "como los campos tras el paso de Atila" después de ocho años de gobierno de Aznar, opinaba ayer en El País el catedrático de Derecho Constitucional Eliseo Aja. Según este teórico del federalismo, "es muy difícil concluir que se haya producido un serio retroceso o un deterioro cualitativo" del autogobierno, pese a la serie de "leyes y reglamentos neocentralistas, especialmente en materia educativa". Aja considera que este centralismo de la última legislatura es un fenómeno pasajero "que puede ser más o menos apreciable pero no pone en peligro la estructura política descentralizada", como sucede "en EEUU cuando el Partido Demócrata sustituye al Republicano o (...) en Alemania cuando los democristianos desplazan a los socialdemócratas".

Mucho más graves, en opinión de Aja, son el "neonacionalismo español", que ha incrementado la "desazón" nacionalista, y la "frustración" de reformas para lograr la participación autonómica en las decisiones de la UE, la colaboración entre comunidades y la reconversión del Senado, tan necesarias que el sucesor de Aznar "difícilmente podrá frenarlas".

En Abc , Jorge Trías Sagnier contribuía a esta desazón en la medida de sus posibilidades, al recordar que "Kapuscinski sostiene que el mundo está amenazado por tres plagas, por tres pestes: la del nacionalismo, la del racismo y la del fundamentalismo religioso". Trías sostiene que, tras conocerse el borrador del plan de Ibarretxe, "ya sabemos lo que quieren los nacionalistas: acabar con la libertad".