Según la RAE, homenaje significa acto o serie de actos que se celebran en honor de alguien o algo, y cicatero es mezquino, ruin, miserable, que escatima lo que debe dar.

Una se pone a contemplar los últimos espectáculos que este país nuestro, estado plurinacional, nación de naciones o llámelo usted con el último hallazgo verbal cursi que se le ocurra, está dando, por medio de algunos de sus representantes más significados y por boca de grupos políticamente muy relevantes con ocasión de conmemoraciones históricas que marcaron una época o de hechos recientes trágicos y conmovedores y tiende a sentirse inundada por el pesimismo sobre nuestro futuro y a dolerle España, o, por emular a Iglesias Turrión y su mala interpretación de <b>Machado</b>, una de las dos Españas.

Empezaré por el héroe español que murió en el atentado del puente de Londres y que, según todos los testigos lo hizo por defender a sus semejantes. En esta patria nuestra, fratricida y cainita, no ha habido unanimidad para homenajearle, pues un grupo de cicateros se ha negado, arguyendo, no que hubiera dudas de su valentía hasta la muerte, sino de que no constaba que fuera en patinete. Tal cual, amigo lector.

Continuaré con el fallido homenaje en el Congreso al advenimiento de la democracia, no solo porque los cicateros de siempre se negaron en repetidas ocasiones a aplaudirlo, sino por el trato humillante que recibió el rey Juan Carlos con cuya presencia no se contó.

Y por último, me referiré a Miguel Ángel Blanco, de cuyo asesinato se cumplen ahora veinte años. La alcaldesa de Madrid, esa que se enternece tanto con los refugees, le negó, en principio, el merecido homenaje. En la ambigüedad constante en que vive la izquierda de las pancartas, no queda claro si al fin ha accedido, aunque para la historia quedarán los tuits del cicatero Monedero, en cuyos ojos se paseaba un Orinoco triste para homenajear al golpista Chávez.

Una no quiere pensar que a Ignacio Echevarría se le negó el homenaje por ir a misa, al rey por ser rey y a Miguel Ángel Blanco por ser del PP. Júzguenlo mejor ustedes.