En este tiempo de honra y recuerdo a los difuntos se ha cruzado una historia que tiene la facultad de acercar a todos, incluso a los que ven este problema como lejano, la situación injusta en que se encuentran quienes todavía tienen a sus seres queridos no en el cementerio, como la mayoría, sino enterrados en cunetas o debajo de un árbol en medio del campo. Son quienes tienen familiares asesinados en la guerra civil y a los que aún no se les ha dado la sepultura que sus deudos quieren. Uno de ellos es Aniceto Asensio Barrena, que se ha visto obligado a entrar subrepticiamente en una propiedad --una finca del término municipal de Arroyo de San Serván-- para poder llevarle flores a su tío Juan Alvarez Barrena, quien se cree que está enterrado en un paraje de la misma. Aniceto Asensio lleva desde el año 2003 intentando infructuosamente que la dueña de la finca le deje excavar en la zona donde, según testimonios, está enterrado su tío. Es tan fácil de entender lo que quiere Aniceto: trasladar los restos de su tío al cementerio de esa localidad para llevarle flores al camposanto. Un derecho común que, como se ve, no alcanza a todos, porque algunos solo lo consiguen ´allanando´ fincas.