TCtada verano llega una nueva moda, cada vez más hortera. Parece que el objetivo es sobrepasar el listón del mal gusto, ya de por sí bastante alto. Tiene que ser cierto eso de que en verano se relajan las costumbres porque si por estas fechas hace un año les hablaba del 'penekini', una especie de bañador reducido al mínimo, ahora alguna mente delirante ha decidido darle una vuelta de tuerca al tema e inventar el 'saco-tanga', una prenda --aunque no sé si se puede llamar así-- que parece una bolsa para guardar monedas, pero lo que se protege son el pene y los testículos de tal guisa que parece que vas desnudo. En el caso del 'penekini' había una suerte de hilo dental que dividía las nalgas y se unía en la cintura con el resto del conjunto. Ahora se trata de unos microscópicos centímetros de tela con forma de saco escrotal y una cuerda para tensarlo y que todo quede bien recogido. De esta manera el culo queda totalmente al aire, sin nada que cubra rajas ni esfínteres. El 'penekini' tuvo su origen en un reality show que se desarrolló en Gandía. El 'saco-tanga' se puede comprar por internet --oh, red de redes, sólo tú nos salvas del tedio-- a un precio realmente módico. Yo, la verdad, no distingo bien entre el 'saco-tanga', una talega de bolindres o el monedero de las vueltas del pan. De hecho, estoy tentado a probar si éste me queda bien y me ahorro los casi 4 euros que vale el 'saco-tanga'. Gracias a él prácticamente ningún centímetro de mi cuerpo se quedará sin broncearse. Con el 'saco-tanga' estamos todos los hombres tranquilos. Qué alivio. Refrán: El sol en verano ablanda la cera y endurece el grano.