Egipto celebra hoy la segunda vuelta de unas elecciones legislativas que han fulminado la ilusión de la democracia en el país después de que la primera votación, calificada como irregular por ONG locales e internacionales, arrojara un resultado tan escandaloso a favor del partido de gobierno del presidente Hosni Mubarak que ha causado incluso vergüenza entre altos responsables de su formación.