El Mundial de Barcelona reúne a grandes figuras de la natación, pero entre ellas la más destacada es Ian Thorpe (Sydney, 13-10-1982), el torpedo australiano. Dispone de unas especiales características físicas (1,95 metros de altura, 90 kilos de peso y pies que calzan zapatos del número 52), a las que une su singular forma de nadar, la cual le permite avanzar tres metros con cada brazada. Un fenómeno como deportista y un joven de costumbres sencillas y sin divismos, que cuando acude a competiciones insiste en poder disponer de una cama grande que por la noche le asegure el descanso.

Ian Thorpe nada intensamente desde que tenía 9 años. Cuenta con una enorme voluntad para cumplir con los intensos entrenamientos y, además, consiguió superar una encefalitis vírica que a punto estuvo de malograr su participación en competiciones de élite.

En el palmarés de Ian Thorpe casi todo son éxitos, aunque en el Mundial del 2001, en Fukuoka (Japón), donde consiguió seis medallas de oro, perdió en los 100 metros libres. Así quedó demostrado que también es vulnerable, pese a que tiene vigentes 17 récords del mundo y hasta ahora ha conseguido 11 medallas de oro. No se envanece por ello, sino que siempre pone sus excepcionales cualidades al servicio del equipo australiano. Un deportista de élite, tanto en la piscina como en la vida.