Escritor

Mi perro Troski, que es hermano del que sirve de lazarillo a Sara Montiel, perteneciente a las camadas de Concha Márquez Piquer, desde muy pequeño observé en él que el objetivo de su vida era la búsqueda de alguien a quien amar de una forma absoluta, fuera del amor del sexo, que es otra cosa, a la que le dedica otro tiempo y otras búsquedas, basada ésta en los olores, que es el atractivo por donde buscan el sexo estos seres, distintos a nosotros, que nos gusta Paula Vázquez independientemente del perfume que lleve. Bueno, pues de las veinticuatro horas del día, más de veinte se las dedica a su ideal amoroso que es una mujer; las cuatro restantes, se las dedica a los olores. ¿Cómo se puede vivir consumiéndote durante veinte horas seguidas a un ideal que además no te hace ni chispa de caso? Porque, por regla general, cuando tienes idealizado a un ser, éste no te corresponde igual. Le parece bien ser ideal, pero se cansa de ese amor que no tienen horas, o si las tiene, como son veinte, se cansa de él. Situación completamente distinta del que lo entrega todo y a todas horas y no puede, además, vivir sin él. Algunas veces, cuando salimos juntos y se monta conmigo en el coche se lo comento. Este amor te va a matar. Y se lo comento así porque es el mío de tanto tiempo, lo que pasa es que yo no lo he sublimado hasta esos extremos que sólo llegan a idealizar los perros. A veces, después de muchas horas, deja caer su cabeza en mis brazos y se lo comento:

--¿Estas agotado, eh...?

Y en su mirada serena y su lengua permanentemente agitada, hay un reconocimiento de cómo ese ideal lo va matando lentamente, que es donde se demuestra por qué el hombre dura menos. La búsqueda de un ideal mata. Las mujeres, como jamás se les ocurre buscar ideales, lo tienen más fácil. La mujer busca lo seguro y sedentario. El hombre sólo busca ideales, y tiene como contrapartida, que puede ser un asesino. De ahí que vayan algo así como setenta asesinadas contra dos. Ganamos por goleada. El ideal de Bush y Aznar es el antiterrorismo, y lejos de erradicarlo, lo favorecen. Así son algunos ideales, y lo que es peor, algunos idealistas.