TRtecientemente se ha retirado la campaña de una ONG que comparaba a un animal doméstico con un niño. Pretendía denunciar que, en muchos casos, muchos animales domésticos tenían mejores condiciones de vida que la población infantil en ese mismo país. Ha resultado ofensivo a todos los efectos y ha sido retirada esa campaña publicitaria. Pero al hilo de esto algunas pensamos que no todo vale para recaudar fondos. De hecho, habitualmente, observamos en vallas publicitarias imágenes de niños de países diferentes al nuestro en el que casi con total impunidad se les pone frente a todos, solicitando la colaboración económica para la organización que lidera esa recaudación de fondos.

XCOMOx llamada de atención a realidades infinitamente injustas, donde la vida humana vale lo que vale sobrevivir puede resultar, pero detrás de cada una de esas imágenes está la dignidad de esa persona, que debiera estar por encima de estrategias de marketing. Si no somos capaces de respetar los derechos de esas personas, curiosamente a los que se dice beneficiar algo no se hace bien. De hecho, en nuestro país la utilización de las imágenes de menores está perfectamente legislado y su mal uso o uso indebido entraña una clara penalización.

XPEROx como en este caso, y así era el cartel recriminado, se trataba de un niño negro y pobre; por tanto, ¿por qué no utilizarlo como reclamo de donativos?, si después de todo nadie va a exigir los derechos que tiene conferidos por el hecho de ser un menor. Y, por tanto, en esto la sociedad debiera poner mayor cuidado y diligencia.

XEN ELx fenómeno de la publicidad parece valer todo, con tal de provocar en el receptor de la misma el impacto que le haga reaccionar a favor de lo que se está vendiendo en la campaña. De hecho, polémicas las ha habido, las hay y seguramente las habrá, pero si con ello jugamos con los derechos que le son inherentes a las personas no todo puede estar permitido, porque entraña el efecto de la comercialización a toda costa.

XSENSIBILIZAR,x como es el caso, en las campañas de las organizaciones no gubernamentales es un buen ejercicio, y desde luego, un ejercicio básicamente pedagógico, pero entrar en el efecto del todo vale, dice poco respecto al mensaje que se quiere transmitir. Y más cuando siempre una tiene la sensación de que en determinadas latitudes o realidades nacionales, desgraciadamente, la vida humana parece dejar de tener un valor; básicamente, por situaciones de grave empobrecimiento de la población y de grandes desigualdades sociales. Si a eso le añadimos que los mismos, han de servir de testimonios ante lo que todos consideramos graves injusticias, flaco favor hacemos hacia los que más sufren de la población.

XPARAx cuándo una campaña que denuncie excesos, comportamientos y hechos deleznables que crean esas grietas sociales en determinados países, y que provocan la situación de inmundicia de parte importante de esa población. Entiendo que, quizás, esa campaña sería muy problemática porque podrían enfrentarse a denuncias, querellas y otro tipo de ataques, pero, al menos, durante un tiempo dejaríamos de utilizar la imagen del pobre, despojándole, de sus más mínimos derechos, para sensibilizar a una sociedad que conoce y sabe de estas realidades, y sólo tiene que asumir parte de su sentido de la solidaridad.

XRECUERDOx una vez el comentario de una de estas personas por las que se dice que se hacen estas campañas que me comentó: ¿y entonces nosotros los pobres somos los modelos que han de poner los países ricos, para darse cuenta de que en determinados países existen personas con trabajos esclavos, niños trabajando a temprana edad, enfermos recluidos en espacios cerrados? Es triste, continuó, porque es la propia historia de la humanidad, parte de ella se surte de las riquezas y de la explotación del resto de la otra parte, y no hemos sido capaces de cambiarlo.