TLtos imanes ya saben ustedes para qué sirven. Ahora aparecen los otros imanes, los que llevan detrás de sí a millones de seres gritando como forofos, Alá es grande, . El imán que atraía al hierro nos servía de entretenimiento cuando no teníamos televisión, y había que currárselo uno solo con la imaginación. Entre ambos imanes hay diferencias aunque ejerzan sus influencias bien llevando un trozo de hierro detrás, o a una multitud hambrienta. Franco , que conoció a estos últimos, se tomaba con ellos la leche de cabra y los dátiles, pero los quería tener lo más cerca posible, y se llevó una centuria de ellos para desfilar después de la victoria cada vez que salían los mulos con los cañones. Después, los mandó de nuevo a Marruecos con una pensión y un escrito reconociéndoles los servicios en la guerra civil, que cada vez que un moro cogía por su cuenta a un paisa, le cortaba el miembro viril y se lo ponía en la boca de habano. Todo eso ha cambiado, pero a los imanes no hay quien los controle y después de tanto antiterrorismo aznarista, ahora resulta que hay que controlar a los imanes que en mezquitas y garajes, animan a estos pordioseros sencillamente a agradecernos los servicios que nos prestan. Aznar , que está en todo, les envió un contingente de ayuda humanitaria. ¡Aznar, también es grande!, aunque no llega a la grandeza de Alá. España como todos sabemos iba bien, hasta que a Alá, le dio por hacernos la vida imposible. ¿Qué estará pensando ETA de todo esto? Es decir, que en casi todo, vamos a tener que partir de cero. Y esto de la noche a la mañana. Como cuando la II República, que España se acostó monárquica y se levantó republicana. Estén atentos. Tenemos mucho trabajo por delante.

*Escritor