WLw a lista de Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos (IISP) podrá finalmente concurrir a las elecciones europeas del próximo 7 de junio después de que el Tribunal Constitucional haya rectificado, con argumentos impecables, la decisión tomada por el Supremo hace una semana. Si entonces cinco de los 16 magistrados del alto tribunal manifestaron ya que faltaban pruebas para establecer una relación directa entre la IISP y el entramado ETA-Batasuna, ahora el Constitucional, por unanimidad, avala esas tesis. Se trata de una sentencia muy importante, pues contribuye a fijar los límites de una de las normas más discutidas en el sistema democrático español: la ley de partidos del año 2002, por la que más tarde fue ilegalizada Batasuna, la coalición independentista vasca que nunca ha condenado el terrorismo de ETA.

El fallo del Constitucional señala que ±en nuestro ordenamiento no puede ser excluida ideología algunaO y señala que no está probado que la candidatura de la IISP defienda métodos violentos de hacer política, por más que su cabeza de lista sea el dramaturgo Alfonso Sastre, quien siempre se ha identificado con la izquierda aberzale radical. La sentencia es, en este sentido, un duro golpe al Gobierno y al fiscal general del Estado, quienes trataron de impedir que Iniciativa Internacionalista se presentara a las elecciones. La afirmación, ayer, de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega de que el Gobierno se mantendrá alerta para que no se burle la ley de partidos no puede ocultar que en este caso se ha intentado forzar la legislación y se iba a vulnerar un derecho fundamental como es el de participación política. La decisión del Constitucional puede haber salvado a España del mal trago de que, dentro de un tiempo, el Tribunal Europeo de Estrasburgo sentenciara que la decisión contra la IISP vulneraba los principios democráticos.

Los críticos con la ley de partidos siempre han señalado que ese texto abría la puerta precisamente a lo que ahora ha estado a punto de ocurrir: que se penalizaran las ideologías, de forma que algunas formaciones fueran apartadas del sistema democrático. Eso no invalida, sin embargo, el hecho constatado de que algunas formaciones antes legales obedecían las órdenes de la dirección de ETA, le daban cobertura ideológica y le servían de aparato de propaganda, algo que la Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos no ha hecho hasta ahora.