TQtuedan dos fines de semana para que acabe este maldito agosto, en cuanto a los muertos en carretera se refiere. Las cifras de estos últimos quince días han sido tan malas que han obligado al ministro del Interior a aparecer ante los medios y recordar algo tan sabido como que lo importante es llegar . No se recató Rubalcaba en reconocer que el número de muertos, esos muertos que nadie esperaba tras la implantación del carné por puntos, es demasiado alto, que ha sido un mal mes de agosto y que está muy lejos de las expectativas.

Tráfico se niega, sin embargo, a reconocer que la lentitud en la tramitación de la pérdida de puntos ha hecho que los conductores le pierdan el miedo. Lo atribuye a que vivimos en un Estado garantista y que hay que esperar a la resolución de los recursos que plantean los infractores antes de perder el carné.

Es verdad. No obstante, para que los locos de la carretera sepan que se les ha pillado, no estaría de más que Tráfico les mandara cartas advirtiéndoles de que tal día y a tal hora el radar les ha cazado y que, a este paso, se van a desplazar en autobús. De nada han servido las tenebristas campañas de publicidad ni los estúpidos llamamientos a "hazlo por tu padre o por tu novia" los imprudentes solo se controlan ante el castigo. Y si no hagan la prueba y observen los bajones de velocidad que provoca la visión, en la lejanía, de unas motos de la Guardia Civil de Tráfico.

Por cierto Rubalcaba anunció que todos los guardias de servicio estarán en las carreteras, en especial en las secundarias, los próximos fines de semana. Parece que solo su presencia disuasoria puede evitar la sangría ante el movimiento de más de doce millones de vehículos.

Ante la máxima imprudencia, esa que consiste en seguir conduciendo cuando se les ha retirado el carné o a velocidades consideradas temerarias, solo que queda la solución de modificar el Código Penal y meterlos en la cárcel. Eso sí que va a dar miedo. En otoño se presentará el proyecto en el Congreso de los Diputados pero no devolverá la vida a los que aún no saben que van a ser víctimas antes de que acabe agosto.

Por si acaso, como no es cierto que los accidentes siempre le pasan a los demás, tengan mucho cuidado y no corran.