Hay un edificio de aspecto ruinoso que se encuentra en la Puerta de la Villa de Mérida, que daña no sólo la vista, también la sensibilidad, sobre todo, de los miles de turistas que nos visitan y que esperan encontrar aparte de monumentos romanos y un espléndido museo, una ciudad limpia y agradable. Y esas sensaciones no las da ese triste edificio.

Los turistas que proceden del Teatro Romano, Anfiteatro y Museo, y quieren conectar con el centro comercial de Mérida, vienen por la calle José Ramón Mélida, y cuando desembocan en la Puerta de la Villa, se dan de bruces con esa edificación en estado deprimente.

Hasta lo que yo sé, esa ruinosa casa la adquirió hace aproximadamente dos años un industrial para hacer un bar-restaurante, y ahí quedó todo.

El ayuntamiento, como garante y responsable de la buena imagen de la ciudad, debe tomar cartas en el asunto e instar al propietario a que adecente el edificio, máxime cuando unido a él se ha empezado a construir otro.

Ustedes, que desde el gobierno municipal, que a veces practican la expropiación, la permuta o el cambio de uso de terrenos, deben solucionar ya mismo esa fea fotografía de un rincón tan entrañable como es la Puerta de la Villa.

Antonio M. Olivas Salguero **

Mérida