WLwos socialistas de Cáceres han elegido una nueva ejecutiva local. Y lo hicieron de un modo que se ganaron el respeto de los ciudadanos porque su nivel de participación en esta elección --más del 66%-- para sí lo quisieran algunas votaciones a las instituciones. Se produjo, además, un resultado apretadísimo: Emilia Guijarro obtuvo 13 votos más que Carmen Heras . Sin embargo, la actitud de Heras tras conocerse los resultados no es parangonable a la del conjunto de los militantes. La portavoz municipal se ha despachado con unas declaraciones que debería concretar para que sean creíbles. Decir que la candidatura vencedora ha utilizado tácticas mafiosas y tretas sucias son acusaciones que deben explicarse y no quedar en el limbo de las reacciones airadas tras los reveses políticos. A veces no hay nada que se parezca más a un dirigente político que otro dirigente político, con independencia de su distancia ideológica. Así, las palabras de Carmen Heras recuerdan demasiado a los improperios que se profirieron los dos candidatos del PP en el pasado congreso regional. Un espectáculo que deberían ahorrarle a los ciudadanos algunos responsables de los partidos, a los que hay que pedirles, en todo momento y circunstancia, rigor. También para acusar. Porque si ni en sus acusaciones son rigurosos, difícilmente lo serán para administrar los asuntos públicos.