TEtn Cáceres pusieron un concejal experto para que equilibrara el estado de bancarrota, o casi, del consistorio, tras años de confusas cuentas. El hombre llegó, hizo las tuercas y ahora se las está apretando al ciudadano. El arreón tributario lo justificó en que sus compañeros no lo hicieron escalonadamente; visto lo visto inferimos que los balances andaban más que desequilibrados.

Y como siempre, el ciudadano, la víctima: a pagar por la casa y el coche aumentos desproporcionados, sin saber si el edil liberado y demás subsidiados consistoriales también han sido sometidos a la proporcional vuelta de tuerca en sus retribuciones o se les ha hecho una más holgada, y padeciendo la deficiencia tradicional de los servicios públicos: el tráfico imposible, el aparcamiento inexistente, las cagadas de perros, los autobuses en continuo sin-venir, la seguridad en sobresaltos.

Si esta riada de impuestos no mejora rápida y eficazmente la cara de la ciudad, tendremos derecho a pensar que la mano que recauda es tan despiadada como rota y a sospechar que los desvelos de Vela no debieron dejarnos a dos velas. Antes de saltar, mejor mirar, señor experto.

*Licenciado en Filología