Apesar de que a España le queda la repesca para poder jugar la fase final de la Eurocopa de países, ser superada por Grecia en el grupo es un fracaso. No es extraño que el seleccionador, Iñaki Sáez (Bilbao, 23-4-1943), sufra las críticas de los que no le consideran un técnico del más alto nivel. El ha perdido los estribos diciendo: "Me la trae floja mi posible despido". Disonante expresión de quien antes de cada partido reza un avemaría con sus jugadores.

Hijo de manchego y de cántabra, Sáez quiso ser desde niño jugador del primer equipo de su Bilbao. Fue Gaínza, su gran ídolo, el que le cambió de extremo a defensa cuando le tuvo de entrenador. Tras 12 temporadas jugando en el Athletic (1962-1974), Sáez obtuvo el título de técnico con el número uno de su promoción. Dirigió al club de San Mamés en tres etapas (en una ocasión, sustituido por Clemente, y en otra, sustituyendo a éste). Antes de fichar, en 1996, como ayudante del propio Clemente en la selección española, entrenó al Las Palmas y al Albacete. Como responsable directo de los seleccionados jóvenes, cosechó grandes éxitos: un campeonato del mundo con los sub-20, dos de Europa con los sub-21 y sub-19 y la plata olímpica en Sydney. "Lo mío son los chavales", dijo en 1999, tres años antes de aceptar su cargo actual tras irse Camacho. ¿Le viene grande entrenar a los grandes?