La Real Sociedad de Astronomía británica tiene el presentimiento de que, con la tecnología avanzada de que se dispone, en una década se podría tener una idea clara de si hay vida extraterrestre.

Es una noticia fascinante, pero a la vez preocupante por la incertidumbre de no saber si esa posible vida existente en otros planetas será inteligente o, por el contrario, tan incongruente como la que existe en la Tierra.

Y una muestra clara de incongruencia de los seres que habitamos este planeta es la polémica generada estos días a raíz de las candidaturas de diferentes municipios para instalar un cementerio de residuos radiactivos.

Son incongruentes, por ejemplo, aquellos políticos que siendo apasionados defensores de la energía nuclear, ahora --temerosos de perder la confianza de sus votantes--, rechazan frontalmente la instalación de un cementerio de residuos en los territorios que gobiernan, o piensan gobernar.

Y también somos incongruentes el resto de ciudadanos, cuando no estamos dispuestos a renunciar a un kilovatio de energía y luego nos ponemos escrupulosos a la hora de asumir el precio a pagar por nuestro desarrollo, confort y bienestar.

Pedro Serrano Martínez **

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