WLwa organización ETA intenta aparentar una fuerza que ya no tiene con comunicados casi mensuales (10 en lo que llevamos de año). En ellos pretende reivindicar una condición de actor político --que ni se le reconoce ni se le va a reconocer-- en las negociaciones para acabar con la violencia en Euskadi. Y, paradójicamente, la banda terrorista sólo ha encontrado colaboración para su estrategia en la impúdica utilización del terrorismo que hace el Partido Popular para desgastar al Gobierno.

El número dos del PP, Angel Acebes , alcanzó ayer cotas de infamia equiparables a su actuación tras el 11-M al proclamar que ETA es el "tutor" del Estatuto de Cataluña. Ante la locura de que una fuerza de oposición que aspira a gobernar España conceda valor político y público a opiniones de terroristas, el Ejecutivo ha dejado bien claro que esa conducta "da alas" a la banda, y la indignación de los partidos catalanes se ha desbordado. Este último episodio de crispación del Partido Popular remata una línea de insinuaciones envenenadas. Si no se desautoriza a Acebes, y si una mayoría amplia de este país no rechaza esa actitud incendiaria y da la espalda a los sembradores del odio como hizo el 14 de marzo, la estabilidad política corre un riesgo bastante serio.