La noticia de que varios niños que disfrutaban de unos días de campamento en la Vera se encuentran ingresados en el Hospital Materno Infantil de Badajoz al aparecer síntomas compatibles con los de la gripe A ha puesto de manifiesto lo importante que es que la Administración, en este caso la sanitaria, dé información rápida y clara de un asunto que preocupa a los ciudadanos. La Junta de Extremadura se empecinó ayer en no dar ningún tipo de información del estado de los niños ingresados ni de las circunstancias en que se produjo ese ingreso. En consecuencia, los periodistas que se han encargado de esa información se han tenido que proveer de ella por fuentes indirectas, menos fiables que las oficiales.

La razón dada por la Administración para negar datos de este asunto es que no hay confirmación médica de si los niños tienen o no la gripe A, de manera que solo informará si se confirma la enfermedad. Un proceder distinto a, por ejemplo, el del Ministerio de Defensa, que ayer dio cuenta de que había 22 militares españoles en la base afgana de Herat "con síntomas" de este tipo de gripe. Un proceder, además, que produce el efecto contrario al deseado porque, una vez que ha saltado la noticia, no dar información sobre ella es el mejor abono para la especulación, el temor infundado y la alarma. Cuanto más en un caso como este de un campamento en el que hay decenas de niños. La Administración acierta tanto al no informar espontáneamente de cuanto enfermo sospechoso de gripe A entra en un hospital, como se equivoca cuando se niega a aclarar las circunstancias de los casos que ya han saltado a los medios.