Neurólogo

Consumido- res, distribuidores y personas ingenuas con buena intención renuevan una y otra vez argumentos que pretenden hacer la droga socialmente aceptable o legal. En más de tres décadas de experiencia puedo asegurar que no hay ninguna sin consecuencias patológicas. Las llamadas blandas llevan a un indiferentismo emocional y a una disminución en el rendimiento intelectual. Además, son la entrada al consumo de drogas de alta toxicidad para el cerebro.

Si nuevas drogas sintéticas se declaran inocuas es porque aún no se han podido comprobar sus efectos. Alegar que la sociedad acepta drogas como el alcohol y el tabaco, que son menos tóxicas, sería un argumento tan absurdo como dar la bienvenida a los piojos porque ya se tienen pulgas.