El Servicio de Extranjeros y Fronteras de Portugal sitúa a Caya entre los puntos fronterizos por los que, con mayor frecuencia, entran inmigrantes sin papeles en España. Las mafias se aprovechan de la facilidad con que Portugal expide visados de turistas a los que, en realidad, vienen a buscar el sustento que no encuentran en sus zonas de origen. No son personas, por tanto, que lleguen en patera, pero los que pasan por las carreteras extremeñas en cualquier medio de transporte --algunos, se quedan-- no se encuentran menos desamparados que los que muestra la televisión jugándose la vida en el Estrecho. Por esta razón --porque pasan por aquí o aquí se quedan y porque están desamparados-- no hay que echar en saco roto la advertencia de la Asociación de Derechos Humanos y del portavoz de la asociación Asterix de que también en Extremadura hay un mercado negro de trabajo, como por otro lado lo pone de manifiesto la historia de Dragomir Ilie , emigrante sin papeles que se busca la vida en Tierra de Barros. Tal vez no bastan, por impecables que sean, los planes del Sexpe para equilibrar lo más posible la oferta de mano de obra con la demanda, y hay que estar más vigilantes --Inspección de Trabajo, policía, ONG y sindicatos-- para atajar cualquier atisbo de explotación.