En tiempos en los que la economía necesita levantar el vuelo, se hacen imprescindibles conceptos como la innovación, para hacernos más competitivos, búsqueda de nuevos mercados, de nuevas formas de hacer las cosas. Frente a políticas que reclaman rebajar los logros laborales conseguidos durante años de lucha sindical, para poder hacer frente a países que basan su productividad en malas condiciones laborales, hay otra forma de actuar que hace posible el aumento de la competitividad. Las empresas lo consiguen con innovación. Pero este concepto también es posible aplicarlo a las administraciones públicas.

En Extremadura, hemos encontrado un filón en la producción de energía y especialmente en la producción de energías renovables. Tenemos que lograr explotarlo al máximo para conseguir que nuestro desarrollo sea mayor. Tenemos que favorecer que la producción de energía en nuestra tierra repercuta de forma directa e importante en la misma. Y esto se puede hacer de forma estándar; es decir, como lo han hecho el resto de comunidades autónomas, o innovando en la gestión y en la legislación, que es la forma de distinguirnos del resto y crecer de forma más importante.

XLA JUNTAx de Extremadura ha apostado por innovar en la forma de desarrollar la energía eólica en nuestra tierra. A la hora de hablar de este tipo de energías, hay varios elementos que hay que tener en cuenta para que nadie se llame a engaño: Extremadura no tiene un potencial eólico como el que puede existir en otras comunidades, al contrario de lo que pasa con el potencial solar, en que somos la comunidad española, junto con Andalucía, con más horas de sol. Esto, unido a la buena gestión por parte de la Junta de Extremadura y las indudables condiciones existentes a nivel nacional para el desarrollo de proyectos de energía solar, ha provocado una verdadera avalancha de proyectos y que hoy se considere a Extremadura como uno de los puntales de puesta en marcha de proyectos de energía solar. La situación ha propiciado, además, que el Gobierno de España haya apostado por Badajoz para instalar un centro de investigación en energías renovables.

Estamos cerca del final de un proceso que empezó ya hace algún tiempo para poner en marcha proyectos de energía eólica en nuestra región. Un proceso que se puede calificar claramente de innovación en la gestión política: desde la Junta se apostó por un decreto que cumpliera una serie de condiciones.

Primero, el respeto al medio ambiente, una premisa importantísima que en muchas ocasiones se obvia, ya que se considera que, al ser una energía limpia, no tiene ningún impacto sobre la naturaleza. Las instalaciones eólicas tienen un gran impacto sobre las aves. Por eso, se han excluido las ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), que tienen un gran impacto paisajístico y visual, por lo que ciertas cotas se han excluido. Estos dos factores justifican ante los ojos de cualquiera la restricciones impuestas, menos ante los ojos de los dirigentes del PP, que han criticado constantemente las zonas de exclusión.

Segundo: la creación de empleo en las zonas rurales. El decreto obliga a la creación de tres empleos por cada megavatio instalado en la zona de la instalación y que estos empleos sean independientes de los que se creen en el propio proyecto. Esta es una de las innovaciones más importantes que se ha puesto en marcha en este decreto.

Los socialistas extremeños apostamos claramente por el desarrollo de las zonas rurales, porque los ciudadanos elijan dónde vivir y cuenten con las mismas condiciones y servicios que en las zonas urbanas si deciden vivir en un pueblo. Este elemento ha sido la gran bandera del Partido Popular para oponerse al decreto, acusando a la Junta de Extremadura de no creer en la energía eólica e indicando que esta condición iba a hacer fracasar la instalación de parques eólicos, al no existir empresas que quisieran concurrir. El número de proyectos presentados ha sido importante, 98, que afectan a casi todas las zonas no excluidas. ¿Este es el fracaso que vaticinaba el Partido Popular? ¿Por qué tiene tanto miedo el PP a la creación de empleo en Extremadura?

Muy pronto se sabrán los proyectos de parque eólicos que recibirán el visto bueno para poderse poner en marcha y, una vez más, se demostrará que el Partido Popular sigue anclado en el pasado, que apuesta por las misma formas de siempre de hacer política y gestionar. Las regiones que no innovan en su forma de gestionar están condenadas a no distinguirse del resto, a no crecer de una forma importante en llegar tarde donde nosotros llegamos antes. Se ha demostrado con políticas puestas en marcha por parte de la Junta, como dotar de un ordenador por cada dos alumnos en la enseñanza Secundaria, la apuesta clara por el software libre, con las viviendas de 60.000 euros, etcétera. Políticas a las que otras comunidades se suman, pero a las que Extremadura ha llegado la primera. Esa es la forma de gestionar de forma adecuada el futuro, de creer en Extremadura y en los extremeños.

*Portavoz de Industria del Grupo Socialista de la Asamblea de Extremadura.