WEwl presidente del Gobierno ha empeñado su palabra de que Extremadura tendrá AVE en el 2010 y no hay todavía que dudar del compromiso de Rodríguez Zapatero , puesto que tiempo hay para que la obra se haga. Pero esa confianza no impide que se genere inquietud, porque hay datos que dan pie a pensar que puede haber retraso en la obra. Las informaciones publicadas por este periódico alientan la preocupación porque, hasta el año 2007, es decir tres antes de que la obra tenga que estar concluida, Fomento no prevé invertir más allá de un 3% en los tramos que dependen de él. No disipa esa preocupación que el ministerio señale que la empresa pública Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) contempla invertir 440 millones en el tramo Cáceres-Navalmoral, porque no tiene sentido tener un tramo terminado y listo para que por él circulen los trenes, si el anterior y el posterior sólo son un proyecto, de tal modo que las vías acabadas tendrían que esperar durante años a poder entrar en servicio. Si a esta situación se añade que Portugal no parece contemplar la construcción de las vías adecuadas para que los trenes, nada más pasar Badajoz, circulen a la velocidad para la que son construidos, la inquietud sobre el AVE se acrecienta.